- 1 bote pequeño de garbanzos cocidos.
- 1 bote de espinacas cocidas.
- 6-7 ajos en rodajas.
- 1 cucharadita de pimentón dulce de la vera.
- 2 huevos (opcional).
- AOVE.
Ingredientes para el mortero
- 1 pizca de comino molido.
- 2-3 dientes de ajo enteros.
- 1 cucharadita de pimentón dulce de la vera.
- 1 rebanada de pan.
- sal.
- agua.
- Escurrir las espinacas y reservar como mínimo 1 hora aproximadamente antes de hacerlas.
- Aclarar con agua los garbanzos repetidamente hasta que no hagan espuma. Escurrir bien y reservar.
- Poner AOVE a calentar en una sartén honda. Freír por separado el pan y luego los ajos enteros o cortados por la mitad si son muy grandes y cuidando que no se quemen porque pueden amargar el plato. Tras freír el pan, humedecerlo con agua para poder machacarlo mejor.
- Poner en el mortero los 2-3 ajos fritos, el pan frito y humedecido, el comino molido, el pimentón dulce y una cucharadita pequeña de sal. Tras machacar todo bien, añadir agua y disolver completamente la mezcla. Reservar.
- En la misma sartén anterior, rectificar la cantidad de aceite si es necesario y poner los ajos laminados a dorar sin quemarlos mucho.
- Retirar la saeten del fuego y añadir una cucharadita pequeña de pimentón molido. Remover y añadir las espinacas inmediatamente (para evitar que se queme el pimentón y amargue la comida).
- Añadir los garbanzos y remover de vez en cuando hasta que se frían las espinacas y los garbanzos.
- Remover el contenido del mortero e incorporarlo a las espinacas removiendo todo. Continuar la cocción unos minutos para integrar todos los sabores.
- Incorporar un vaso de agua (aproximadamente) y, opcionalmente, los huevos. Cuando comience a hervir, bajar la llama, tapar y dejar cocer unos 15-20 minutos.
- Mover las espinacas de vez en cuando, metiendo una paleta o espumadera por el fondo, con cuidado de no remover demasiado, sólo para evitar que no se pegue al fondo.